Alejandro Pietromarchi
Nació en Italia, en 1877. A los 35 años se radicó en Buenos Aires, donde vivió unos pocos años hasta instalarse definitivamente en Montevideo. Profesor de arte, fresquista y muralista, se sintió desde su llegada al país profundamente identificado con el carnaval montevideano. En ese ámbito alcanzó un amplio reconocimiento, primero como destacado decorador de tablados de barrio y luego como decorador principal del carnaval, ocupando el cargo de Director Artístico del Comité Ejecutivo de Fiestas. Fue protagonista de primera línea durante tres décadas en la época en la que el carnaval se adueñaba de las calles de Montevideo. Dejó para el recuerdo la creación de enormes luminarias sobre la Avenida 18 de Julio, imponentes carros alegóricos, ejercitos de cabezudos, decoraciones de tablados y ambientaciones para las famosas fiestas de carnaval del Teatro Solís. Falleció en Montevideo en 1958.
Una nota de prensa publicada por el diario El Día el 16 de febrero de 1948 lo menciona de la siguiente manera: “El Sr. Alejandro Pietromarchi es el técnico de la plástica de nuestro carnaval tan conocido por los admiradores del carnaval de dentro, aunque no así, naturalmente por el turismo. Pero ahora que se ve su obra en la calle por todas partes se habla del valor de su cooperación. A él, débese: la iluminación de 18 de Julio, del Parque Rivera, y el proyecto de la ‘Luz negra’ del Teatro Solís, además de la decoración de este coliseo y de toda la serie suntuosa de carros alegóricos, presentados por el Comité Ejecutivo de Fiestas con su cortejo de cerca de doscientos cabezudos. En muchas felicitaciones se destaca, no solamente la parte artística, sino la forma económica de llevarla a cabo utilizando el material hasta el máximo, lo que permite al Comité Ejecutivo de Fiestas destinar a premios prácticamente el total de sus ingresos.”
Esta muestra virtual reúne una pequeña parte del material donado recientemente al Museo del Carnaval por parte de Juana María y Germán Wettstein, sobrinos de Pietromarchi. Pretende ser un homenaje al genial artista y un agradecimiento a sus familiares por mantener vivo su recuerdo.