El 3 de diciembre se celebra el Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial, festividad que exalta la cultura africana legada por los esclavos desde su arribo a tierras uruguayas en 1743.
Un 3 de diciembre de 1978 sonaron por última vez los tambores de la herencia negra, antes de la forzada desocupación y demolición del Conventillo Mediomundo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció esta manifestación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad para dar realce a esta herencia africana.
El Candombe representa un arraigo de la fusión de aspectos culturales, principalmente música, danza y literatura, con tradiciones, costumbres y religión que se insertan en la comunidad desde la época de la colonia asentada en Uruguay y toda América Latina.
El objetivo de esta celebración, es la valoración y difusión del aporte afrouruguayo a la construcción del país y su cultura.
El Museo del Carnaval saluda cariñosamente a toda la comunidad afrodescendiente que tanto aporta en la fiesta popular más importante del país.
En este marco charlamos con la directora de la División de Derechos Humanos del Mides, Rosa Méndez:
Para ti, ¿qué significa este día?
El 3 de diciembre es un día de conmemoración, de visibilizar los aportes que la cultura Afrouruguaya ha hecho para la construcción del país, tal como también recoge la Ley 19.122.
Habla de la importancia del candombe como expresión de nuestra cultura, de nuestro patrimonio como país, pero reconociendo sus orígenes.
Significa también el reconocimiento de que la equidad racial es un horizonte al que aún no hemos llegado. Esta fecha refleja así, las desigualdades persistentes y estructurales marcadas por la raza, y el reconocimiento del Estado de ello, así como su responsabilidad en garantizar su erradicación. Y en eso nos encontramos trabajando.
¿Uruguay ha avanzado con el tema de la equidad racial?, ¿qué le falta?
Uruguay ha avanzado en el reconocimiento normativo de las desigualdades raciales y el racismo en nuestra sociedad: se han ratificado convenciones internacionales sobre la temática, y se han aprobado normativas nacionales como la Ley 19.122 y la Nº 18.059 que conmemoramos hoy. Se ha trabajado en la implementación de las mismas, sobre todo a lo que hace a la inclusión laboral y educativa de las poblaciones afrouruguayas, atendiendo a las barreras que tienen en el acceso de estos derechos. Sin embargo, resta mucho por hacer: las cuotas a los llamados públicos estipuladas en un 8% no ha superado el 3% en estos años, además, los trabajos obtenidos en términos cualitativos sigue reproduciendo la división racial y sexual del trabajo asignando puestos en el Ministerio de Defensa para hombres afro, y tareas de mantenimiento y administrativo para mujeres. Además, si bien la ley consigna la inclusión de la perspectiva de género en su implementación, poco se ha avanzado en este sentido. Por ejemplo, siendo que las mujeres afrouruguayas son las que presentan peores niveles de empleo, son las que menos acceden a la cuota de los llamados públicos y es un tema de necesaria evaluación para el diseño de las políticas venideras.
En educación otro tanto, si bien las cuotas de becas establecidas por ley se cumplen es necesario más difusión y el abordaje de las políticas educativas de manera integral, que atiendan otros factores que determinan la desvinculación de estudiantes afros.
¿Cómo ha afectado la pandemia en las personas afro?, ¿es época de más discriminación?
Como lo muestran las estadísticas, siempre frente al aumento de la pobreza y el desempleo, aquellas personas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad son las primeras en ser golpeadas. Incluso cuando se da mejoras en estos aspectos, las brechas raciales de pobreza persisten, mostrándonos lo estructural que es el racismo y la necesidad de que el Estado lleve adelante políticas focalizadas para estas poblaciones.
La discriminación racial está siempre presente, en esos indicadores y en lo cotidiano; frente a la falta de empleo tenés menos oportunidades de que te contraten, frente a tener que tomar clases online nos encontramos la brecha digital, y así con cada aspecto. Pero también tenés organización, de personas afrouruguayas que realizan debates, se organizan en ollas en los barrios y muchas otras formas de apalear los efectos de la pandemia.
Cuando se habla de candombe se lo liga mucho a las personas afro, ¿está bien asumido?
Está bien asumido porque es reconocer sus orígenes: el candombe fue creado por los afrouruguayos a partir del legado ancestral africano. Si bien hoy en día se expande a otras comunidades, y es parte del proceso de reconocerlo como patrimonio del Uruguay, es necesario hacer frente a las formas del olvido, que desconocen las raíces del tambor y del candombe, y hoy más que nunca se hace necesario reconocerlas como parte del legado y el aporte que el pueblo afrouruguayo ha hecho por nuestra identidad y nuestra cultura.